¿A quiénes está dirigida la Asesoría Filosófica?
Nuestras pautas y creencias limitadas son puertas que nos conducen a un camino de autoconocimiento.
No es necesario que el consultante que acuda a una consulta de acompañamiento filosófico posea conocimientos de filosofía. En general, podríamos decir que el consultante que acude a una persona formada para acompañar un proceso de asesoramiento filosófico está interesado en la adquisición de un mayor autoconocimiento y en la reflexión sobre las distintas circunstancias y elecciones de su recorrido vital.
Las personas procuramos proveernos de aquellas cosas que estimamos que son bienes para nosotros. En este sentido realizamos toda una serie de prácticas (comida sana, deporte, paseos, contacto con la naturaleza, lectura, escritura, arte, música, meditación, etc.) para el cuidado de nosotros mismos que nos ayudan a mantener una vida más sana, feliz y plena. Mi propuesta es la de volver a proponer el diálogo filosófico como práctica del cuidado de sí, es decir, un cuidado que implica la reflexión sobre la propia vida y el autoconocimiento.